No intenté verte pasar en barco sobre las aguas del Hudson que se dirige al mar. Pero me prometistes que en ese momento me besarías en tu corazón con tal fuerza que sentiría tus caricias toda la vida. Y que, si no volvías, el río me contaría la fuerza de tu beso, me hablaría de ti. De nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario